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Pizza de masa fina Palermo's
Esta la compré a la vez que la anterior. Compré tres pizzas de diferente rango de precio. Esta fue la más barata costando tan sólo $3.99.

Cuando uno paga tan poco por un producto hay muchas cosas que se han de sacrificar, empezando por el embalaje. Hay pizzas como la Tombstone (que comí hace un par de semanas y no reseñé aquí...) que ahorran en embalaje para invertir en ingredientes. No es el caso de esta pizza congelada de Palermo's.


Las instrucciones de preparación son fáciles. Esta pizza tiene la ventaja añadida de que solo necesita 11-13 minutos en el horno a 425°. La dejé 10 y salió bien.

El pepperoni venía desordenado pero la cantidad era generosa. Lo reordené un poco para cubrir toda la pizza. El truco de que hubiera tanto es que era muy fino. Diría que más de lo normal.


En la parte posterior del envoltorio hay una escala de grosor de masa que llaman crust-o-meter y señala que esta pizza es masa fina, casi media. En la foto se puede observar el grosor.

Vayamos por partes:

Ya he dicho que el pepperoni estaba cortado muy fino. El sabor no era muy fuerte pero mantenía ese toque picante de fondo que debe tener. Por lo demás, nada destacable.

El queso era real. O eso decía la cubierta. Venía bastante mal repartido. En algunos trozos se hacía pegote y en otros dejaba ver claramente la salsa de tomate. Al morder el primer bocado el queso formó las famosas hebras que unieron en la distancia durante unos instantes mi boca y la porción. Según se fue enfriando este efecto desapareció.

De sabor no estaba mal y quitando el desigual reparto, tal vez fuera de lo mejor de la pizza junto al pepperoni.

La salsa de tomate... de color rojo brillante y sin sabor. En realidad sabor tenía, pero no el que cabría esperar en una pizza. Demasiado dulce y si la hubiera probado con los ojos cerrados no creo que hubiese dicho que era tomate. Tenía una capa de aceite por encima. Un aceite transparente y viscoso que me dio bastante mal rollo. Podría ser la grasa derretida del pepperoni pero era demasiado transparente.

Al morder la pizza el queso se separaba del resto. La salsa era demasiado deslizante. Una vez la salsa era lo único que quedaba sobre la masa, ésta también se deslizaba dejando la masa despejada. Cero agarre. Como si cada ingrediente fuera por su cuenta. No había cohesión.

La masa fue junto al tomate lo peor de la pizza. Considerada fina, era lo suficientemente gorda para resultar esponjosa. Debido al problema del deslizamiento de ingredientes que he comentado, más de un bocado consistió en masa únicamente. Una masa sosa y revenida. Sin espíritu.



Lo primero que pensé en cuanto saqué la pizza del horno es que parece una de esas pizzas que venden en las boleras y los niños comen en los cumpleaños. No he tenido el honor de probarlas pero imagino que deben saber parecido.

Lo que me resulta más impactante es que Palermo Villa, la empresa tras la pizza, es también la encargada de otras pizzas como Screamin' Sicilian y Connie's Pizza, ambas reseñadas aquí con anterioridad y con buena nota a pesar del precio un poco elevado.

El veredicto es que no volveré a tocar una pizza de estas ni con un palo. Prefiero gastar esos $4 en una cerveza o ir a medias con alguien para comprar una pizza más cara.
03 Mar - Un comentario -

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