La primera vez en mi vida que aterricé en Chicago fue en mitad de la pandemia. Aquí no era obligatoria ninguna clase de cuarentena. De todos modos decidí aislarme durante 15 días antes de conocer a la familia de mi mujer.
Mi mujer se quedó conmigo en un camping. Trajo el maletero del coche lleno de comida para poder pasar las dos semanas sin necesidad de ir a comprar y así minimizar el contacto con otras personas. Entre toda esa compra había una bolsa de 160 Pizza Rolls. No es el tipo de pizza que esperas cuando visitas Chicago.
Han pasado varios años desde entonces y no los había vuelto a probar. En nuestro apartamento-caja-de-zapatos no tenemos microondas. No hay espacio. Tenemos una freidora de aire que nos regalaron por navidad. Es más pequeña que un microondas y la podemos sacar y guardar cada vez.
Paseando por el supermercado le comenté a mi mujer que echaba de menos los Pizza Rolls y que si algún día compraba un microondas sería solo por ellos. Ella, que es mucho más lista que yo, sugirió ver si en la bolsa venían instrucciones para freidora de aire. ¡Y sí, venían!
Así que compramos una bolsa de 50 para probar. Creo que pagamos unos $6 por ellos.
En la freidora de aire los Pizza Rolls salen 500 veces más ricos que en el microondas. El único motivo que tenía para comprar un microondas se ha evaporado.
Como se observa en las fotos, los Pizza Rolls son como unas empanadillas con forma de almohada para Playmobil que van rellenos de tomate, queso y pepperoni. Hay de otros tipos pero paso de cebra.
La lista de ingredientes es interminable. Deduzco que nada de lo que hay ahí dentro es sano. Así que a disfrutar con moderación.
Los comentarios no tienen desperdicio. Se quejan de la nueva receta y quieren de vuelta la de los años 70. No puedo imaginar cómo tenía que ser esa receta. La nueva es maravillosa. La vieja tenía que ser droga pura. Supongo que el cambio viene motivado por las nuevas regulaciones en la alimentación (aunque en Estados Unidos van unos cuantos pasos por detrás de Europa) y el intento de maximizar beneficios. La cocaína no es lo único que se corta.
En fin, después de unos Pizza Rolls lo mejor es tomar unas cervezas. El alcohol mata todo lo malo.
Desconozco si estos pequeñines son populares en todas partes o solo en el midwest. Si alguna vez se cruzan en tu camino no pierdas la oportunidad de darte un homenaje.
Otra semana más que me como una pizza. Ya solo actualizo el blog para hablar de pizza.
Esta semana he probado la pizza Doppio Pepperoni & Mozzarella de Private Selection. Como viene siendo habitual la compré en Mariano's. Todavía me quedan pizzas por probar de su pasillo de congelados. ¡No se acaban! (y eso me gusta). El precio, $6.49 si tienes la tarjeta de fidelización, $7.49 si no la tienes.
Tenía dos pizzas entre las que elegir y elegí esta porque solo necesitaba entre 10 y 12 minutos en el horno a 420°F.
En el frontal de la caja se pueden apreciar tres tipos de carne aunque en el nombre solo diga doble pepperoni y mozzarella. Dos de los tipos de carne son pepperoni. Rodajas de dos diámetros diferentes. Aproximadamente el doble y la mitad que el pepperoni de pizza normal.
Ambos tipos de rodaja eran también más gruesos de lo que estoy acostumbrado. Las rodajas pequeñas se empezaron a tostar y quedaron sabrosas. Las rodajas grandes no llegaron a tostarse y quedaron con una textura similar al chorizo de Pamplona. Creo además que fueron estas rodajas grandes las culpabres de derramar una gran cantidad de grasa sobre la pizza.
Aunque no lo lleva en el título, en la parte inferior de la caja se confirma que los tacos de carne que lleva la pizza son de salami calabrés. Vamos despejando el misterio poco a poco.
La cantidad de carne que tiene la pizza es muy generosa. Tal vez demasiado. Mi madre siempre decía que lo poco agrada y lo mucho cansa. Aquí estamos en el límite. La grasa no ayuda.
Tampoco en el título pero sí un poco más abajo el queso grana padano. Podría decir que sé que queso es pero no tengo ganas de mentir. Durante el stream comentaron que es un queso parecido al parmesano y yo me lo creo.
El grana padano se puede apreciar en todas las fotos ya que está encima de la carne. Se fundió un poco pero no mucho. Y me alegro de que así fuera porque lo fui quitando de la pizza y comiéndomelo por separado. Estaba riquísimo. La textura una vez derretiro es un poco gomosa y el sabor es cremoso y salado.
También en la parte frontal inferior de la caja se habla de la salsa de pomodoro tomato. Siempre pensé que pomodoro es tomate en italiano (nunca lo he verificado). Parece un uso redundante de la palabra aunque es posible que no. Vete tú a saber. Aquí hemos venido a comer pizza, no a hablar de palabras.
La masa me agradó. En la caja dicen que es masa fina y no estoy de acuerdo. Es lo suficientemente gruesa como para que se puedan disfrutar un montón de matices en ella.
La base de la pizza quedó tostada y crujiente. Entre la base y el queso está el resto de masa que progresivamente va resultando más húmeda según se acerca a los toppings. En una de las fotos se puede apreciar esta diferencia entre la parte más tostada y la más húmeda. Si no se mira con atención es posible que se confunda la masa con el queso debido al color pálido.
Creo que se trata de una pizza que intenta jugar en la categoría (mal llamada) premium o gourmet, pero ha decidido hacerlo con un precio más que justo. Por eso aunque tiene tanta carne que se te puede llegar a atragantar creo que vale la pena al menos probarla.
Pero no todo es pizza cuando se habla de pizza…
Cuando se me ocurrió la idea de probar snacks con sabor a pizza pensé que iba a ser más fácil encontrarlos. Hubo un tiempo en el que me parecía ver cosas con sabor a pizza allá donde mirara. Esta semana me costó un poco encontrar pero al final lo logré.
Goldfish son las típicas galletitas con forma de pez y sabor a queso. Esta vez les han dado un aroma a pizza. Es decir, tomate y especias.
El sabor es bastante suave y es posible que si las hubiera probado sin leer el envoltorio no hubiese sido capaz de decir que tenían sabor a pizza.
No tengo muy claro cómo se consumen de normal este tipo de snacks. Mi abuela solía hacer sopa con galletas saladas. Aunque están buenas no creo que las compre otra vez. Principalmente porque no soy consumidor de galletitas saladas. Si eres de esas personas que sí que comen galletitas saladas, dales una oportunidad. Están buenas.
Sigo haciendo stream cada jueves comiéndome una pizza y de momento hay variedad suficiente en el supermercado para no repetir. No he escrito de todas las pizzas en el blog porque soy muy perro y siempre lo dejo para luego hasta que llega el día en que me levanto por la mañana y no recuerdo nada sobre la pizza que comí y ya es inútil escribir. Así que es posible que, al no quedar constancia por escrito de todas las pizzas, alguna la acabe repitiendo en directo. Espero escribir sobre ella al menos la segunda vez.
Esta vez tocó una pizza canadiense: Hearth & Fire "The Pepperoni".
La compré en Mariano's por $9.99 aunque en la web la venden por $11.99 con descuento asegurando que el precio real es $13.99. En Estados Unidos los precios de las cosas son un chiste. Suben y bajan y no hay ningún tipo de seguridad para el consumidor.
Por la caja y el precio podemos deducir que quieren jugar en la liga gourmet. Los de marketing se han comportado y la única vez que usan la palabra premium es para describir el pepperoni.
A veces pienso en no comprar nada con las palabras gourmet o premium en el embalaje pero eso reduciría significativamente los alimentos a los que tendría acceso. Vivimos en una época en la que a una caca de perro le ponen una de esas palabras y aunque la calidad siga siendo una caca el precio se multiplica. Lo importante es la apariencia y que alguien te vea en la caja del supermercado comprando cosas premium. Esas personas no te verán luego en casa llorando por haber tirado el dinero en algo más malo que pegar a un padre. Bueno, a mi si que me verán porque me las como en directo por Twitch.
Una cosa que me gustó de la pizza es que el tiempo de horneado son solo 12-14 minutos a 400°F. No entiendo qué ingredientes llevan otras pizzas que requieren 20 o más minutos a 425°F.
Como vengo haciendo últimamente, precaliento el horno antes de empezar el stream, así hago un unboxing rápido, meto la pizza al horno y luego podemos repasar el envoltorio tranquilamente.
A parte del pepperoni parece que los puntos fuertes de esta pizza son el queso mozzarella hecho con leche entera y la masa fermentada durante más de 20 horas. A la masa le dan un toque de fuego a más de 1000°F para que llegue a casa el aroma a horno de piedra.
Dentro de la caja de cartón la pizza venía envuelta en un plástico que me recordó a las pizzas de Casa Tarradellas. Pizzas que ojalá no hubiese probado en la vida porque son asquerosas. Si fuese un personaje de la película Eternal Sunshine of the Spotless Mind iría a que me borrasen los recuerdos de haberla comido.
Los toppings están más o menos ordenados. La distribución no es perfecta pero no es tan desastrosa como para reordenar. En este momento aprecio un detalle que me había pasado desapercibido (y eso que en la imagen de la caja aparece bien clarito). Los trozos de pepperoni. ¿Por qué ponen tacos de pepperoni? ¿A caso no hay suficiente con las rodajas? Es una cosa que no entiendo y bastantes pizzas lo hacen. He de investigar el tema.
Pongo un temporizador de 11 minutos y esta vez las instrucciones si que son acertadas, así que la dejo un par de minutos más. Tras 13 minutos la pizza sale tal y como podéis ver en la imagen de abajo.
Hasta este punto es casi todo felicidad. Al abrir el horno la cocina huele de maravilla y la pizza luce estupenda pero...
¿Dónde está la salsa de tomate? En la caja pone que lleva spicy red sauce. Ni lleva salsa roja ni pica. Debajo del queso hay unos pegotes de masa roja que supongo que es el tomate. En los ingredientes pone que a base de agua y pasta de tomate. A parte de haber poca salsa, está completamente insípida. Las pizzas más baratas suelen llevar abundante salsa de tomate con un sabor muy dulce y mucha grasa o aceite. Esta es todo lo contrario. Poca, espesa y sin sabor.
El queso está bueno. El sabor es suave y la textura pasa de casi líquido cuando sale del horno a algo más compacto pero sin llegar a ser piedra cuando se enfría. El ligero problema que le veo es, como se ve en la foto de arriba, que han echado el queso a palazos. Hay queso para parar un tren. Amo el queso pero esta no es la manera de usarlo en una pizza.
El pepperoni premium es pepperoni sin más. Siempre digo que si el pepperoni de una pizza de pepperoni no está bueno no me como la pizza. Y nunca me he encontrado una pizza en la que el pepperoni no esté bueno. Pero hay un pequeño matiz. Algún genio con MBA decidió en algún punto de la historia añadir tacos de pepperoni (o algo) a la pizza a parte de las (cada vez más) finas rodajas de pepperoni. Y es la peor decisión del mundo. Si en un restaurante me sacan algo así les devuelvo la pizza. Aquí me toca comérmela para estirar el stream y no tirar el dinero.
Por último solo queda hablar de la masa. Uno de los grandes problemas de las pizzas congeladas son los hornos. Por muy buena que sea una masa, si el horno es una patata o la persona que la prepara no sabe usarlo la pizza no va a salir bien.
Ha sido una pena que haya tenido que hornear esta pizza en la rejilla del horno porque la base no ha quedado como debería. Imagino que con una piedra o un horno de leña la cosa hubiese sido diferente. Algún día quiero comprar un horno Ooni. Para ello necesito dinero y espacio.
El sabor y la textura de la masa son de categoría. Se nota esa llamarada a 1000°F de la que hablan en la caja. La masa ha resistido las tres toneladas de queso que lleva la pizza casi sin despeinarse. Los bordes me recuerdan ligeramente a las pizzas de masa madre del Mercadona.
El veredicto es que si ves esta pizza en el supermercado no la compres. A menos que cueste menos de $8. Entonces creo que el precio podría compensar. Aunque la salsa de tomate... es imperdonable para una pizza de $9.99 (con descuento).
El único motivo que se me ocurre para volver a comprar esta pizza es cuando tenga un horno decente y probar a ver qué tal la masa. Si te suscribes al canal de Twitch es posible que este momento llegue en un futuro lejano.
¡Extra, extra!
Esta semana decidí innovar.
Los snacks con sabor a pizza parecen estar en boga. Algunos dirán que el universo me está tratando de decir algo. Yo creo que a la gente le está entrando el sentido común y demandan lo que es bueno: más pizza.
Después de comprar un montón de frutas y verduras me di una vuelta por la sección de snacks del supermercado. Hace ya tiempo que se me pasó la fiebre de querer probarlo todo. Y entonces vi los Cheetos pizza. Lo tuve claro. A parte de la pizza, cada semana intentaré probar un snack diferente con sabor a pizza. Es probable que no lo haga todas las semanas porque no hay dinero y no quiero acabar como una foca. Ya veremos.
No me di cuenta hasta que estaba en directo. Estos Cheetos pizza no son americanos, sino polacos.
Al llegar a Estados Unidos descubrí que la variedad de Cheetos que existe es abismal. En España solo podemos gozar de una pequeña parte del muestrario.
Creeo que estos de pizza pueden entrar en la categoría de puffs aunque no lo indiquen en la bolsa. Puffs es como llaman aquí a los gusanitos. Especialmente a los grandotes y naranjas.
Esencialmente es lo que son estos Cheetos. Gusanitos grandotes con forma de porción de pizza y sabor a pizza.
¿Qué es sabor a pizza? Sabor a pizza es básicamente sabor a pasta de tomate y orégano.
Al estar todo en polaco no entendí nada de lo que estaba escrito en la bolsa pero imagino que decía algo así "delicioso para el paladar, fatal para la salud".
Al igual que la pizza (y casi todo lo que compro), estaban "de oferta". La etiqueta marcaba $3.99 pero el precio real era $4.49. El peso, 160gr. Ya sabes, la bolsa llena de aire.
Al contrario que la pizza, estos Cheetos si que los recomiendo encarecidamente. De no ser por ellos y por el fabuloso público hubiera acabado la retransmisión llorando.