Hace poco fuimos al Morton Arboretum. No sabría como definir este espacio que la Wikipedia define como "jardín público y museo exterior con biblioteca, herbolario y un programa de investigación de árboles".
Pagamos $17 por persona, online. Vamos en coche, porque está lejos. Llevamos chaqueta y botella de agua. La chaqueta en la mano, porque hace calor.
Se me hace extraño tener que pagar para poder andar entre la naturaleza. Una falsa sensación de libertad ya que el complejo está rodeado y cuenta con edificios.
Hay muchos pájaros (difíciles de fotografiar de cerca) y ardillas.
Estaban instalando un montón de luces para el espectáculo de invierno.
Hace dos años estuve en Valencia en invierno y vi que montaron un espectáculo similar en Los Viveros. No entré porque el precio me pareció muy caro.
En invierno se pueden alquilar raquetas de nieve y pasear. En las fotos se ve bonito y me apetecería hacerlo pero sé que hará frío y no me gustará.
El año pasado llegué tarde porque cambié de país con el verano empezado. Planté alguna cosa y fracasé estrepitosamente. Este año no sé qué excusa poner.
Planté tomates y murieron. También maté una planta de jalapeños. La última planta en morir ha sido un girasol. No llegó a mucho. Lo planté creo que en mayo y tras varios meses luchando ha decidido irse de este mundo.
De camino al gimnasio hay un jardín con unos buenos girasoles. Han estado unas cuantas semanas bastante espléndidos. Ahora van muriendo.
El año que viene ya paso de plantar nada. Me siento fatal cada vez que muere una de mis plantas. Me siento culpable de su agonía.
PD: ¡Ya sé! Mi excusa puede ser que planto todo en macetas porque no tengo un jardín.
