gorkula.com
No creo que nadie visite este blog, pero por si acaso ocurre, aviso que he empezado a migrar hacia otro sistema propio y de momento está accesible en gorkula.indieblog.xyz

La idea es migrar todo el contenido y luego redirigir el dominio, pero no tengo fecha estimada de cuándo puede suceder.
24 Jul - Sin comentarios - blog


Hoy empiezo nuevo trabajo. El desayuno me da ánimos.
22 Apr - Sin comentarios -
Otro eclipse y el fin del mundo
Llegó el lunes 8 de abril y me entraron ganas de ver el eclipse. Durante los días anteriores me mostré indiferente. No podía entender cómo varios conocidos iban a desplazarse hasta Indiana para verlo.

De pequeño ya vi varios eclipses. Si no recuerdo mal, usando una o dos radiografías como gafas de protección.

Por la mañana mi mujer me escribió diciendo que en Jeni's daban gafas para el eclipse si comprabas un helado.



Fui a comprar un helado pero las gafas estaban agotadas. Sabía que iba a pasar. A lo mejor lo provoqué con mis pensamientos.

Los helados eran temáticos. El que pedí (se puede ver en la foto de arriba) se llamaba Ultraviolet Haze. Tres bolas de nebula berry, salted caramel y darkest chocolate. Por encima tenía space dust. Un polvo que me recordó a los peta zetas, pero más ligero.

Con el helado y sin las gafas pensé en ir al parque y ver a la gente que miraba el eclipse. Quedaban unos 40 minutos todavía y sabiendo que la espera sería larga me traje un libro conmigo.



Al llegar al parque vi que estaba todo embarrado. No había mucha gente.

De camino a Jeni's vi una señora que cargaba un par de bolsas del Target. A la vuelta a penas había avanzado. Estaba tomando un descanso al lado de donde me detuve a sacar la foto del parque.

Me preguntó si una pelota que había ahí era mía (¿?). Le ofrecí mi ayuda con las bolsas. Andamos unos 30 minutos hasta su casa. A paso lento. A mitad camino tuve que parar para beberme el helado, que se había derretido.

Por el camino me contó cómo íbamos a morir todos. Este eclipse iba a traer una luna de sangre. Según ella hay dos tipos de personas: los que van por el camino estrecho y los que están en la casa ancha.

Los del camino estrecho son los que viven sirviendo a su papá (imagino que Dios, aunque nunca dijo el nombre). Los de la casa ancha estaban ahí con "ya tu sabes".

Cuando llegamos a su casa faltaban 10 minutos para el eclipse. Le deseé unos buenos últimos 10 minutos de vida y me fui a buscar un sitio para verlo.



Volver al parque no era una opción. Podía llegar a tiempo pero no podía tumbarme en el césped.

En el cruce de Armitage y Whipple vi a un dentista en uniforme de trabajo sentado en el asfalto con sus gafas mirando al sol. Me senté a un par de metros de él. Saqué el teléfono y apunté al cielo.

Lo dejé grabando 8 minutos y no conseguí ver nada.

Con las gafas de sol puestas miré un par de veces al sol de reojo. Como era de esperar solo me cegué temporalmente. Era demasiado tentador no mirar.

Una pareja pasó y me preguntó si se veía algo con el teléfono. Les dije que no.

Otra pareja pasó y le preguntó al dentista por precios de ortodoncia. El dentista les dijo que entraran a la consulta, pero que era solo de niños.

Luego pasó una chica y le preguntó al dentista por la experiencia. Él le respondió irónicamente que le había cambiado la vida. Acto seguido se puso en pie y se marchó.

Como yo no veía nada, tomé este gesto como una señal. Dejé de grabar y me fui a casa.



Esta foto del eclipse la tomó un amigo desde Indiana. La pongo aquí sin su permiso ni conocimiento. Dijo que valió totalmente la pena.

La fiebre continúa y parece que habrá más eclipses en breve. Esta vez serán visibles desde España.
11 Apr - Sin comentarios - eclipse, chicago
Chicago Tattoo Arts Festival 2024
El sábado 23 de marzo asistí a la feria anual del tatuaje de Chicago.

Hace tiempo que no me hago un tatuaje nuevo y tengo ganas. Seguramente lo próximo que me haga sean los nudillos. Fui en busca de inspiración.

Llegamos poco antes de medio día y fuimos directos a por cerveza y a sentarnos en primera fila del escenario. Vimos un par de actuaciones.

Disparando un arco con los pies


La primera actuación fue de la contorsionista Camille Zamboni, quien comió uvas con los pies y disparó el arco también con los pies.

Tragando una espada


La siguiente actuación que vimos fue la de Reggie Bügmüncher. Ella misma se describió como una artista de sideshow.

Durante su actuación se introdujo un clavo por la nariz, andó sobre espadas, tragó una espada, se tumbó sobre una cama de espinas con una asistenta cabalgándola y se colgó una pecera de los ojos. Muy entretenido.

Después de los shows dimos unas vueltas por los diferentes stands.

Chico tumbado mientras le tatúan un brazo


Chico tumbado mientras le tatúan la espalda


El espacio era enorme y estaba lleno. Seguramente había un par de cientos de personas siendo tatuadas a la vez.

Cogí tarjetas de visita de aquellos artistas que me llamaban la atención. Algunos tenían también pegatinas. Algunas gratis y algunas de pago. Me hice con unas cuantas de cada.

Todas las tarjetas de visita que cogí


Todas las pegatinas que cogí y compré


También tenían a gente exhibiendo sus cuerpos. Te podías sacar fotos con ellos.

Latinos tatuados enfrente de un coche


Asiáticos tatuados


Pasamos unas cuantas horas dentro del recinto. Comimos allí dentro. La comida estuvo mejor de lo esperado. Nos hicimos con un sushi bowl y un plato de korean beef bulgogi. Cada uno costó $19 y fueron abundantes en cantidad y ricos en sabor.

A la salida pensé en comprarme una camiseta del evento pero por este año lo dejé pasar. Es posible que el año que viene repita. Y quien sabe si me acabo tatuando.
29 Mar - Sin comentarios - chicago, tatuajes
¿La última nevada de invierno?
El viernes amaneció nevado. Fue una nevada ligera que no duró mucho. Al rato de despertarme, antes de que me diera tiempo a ponerme la ropa y salir a hacer fotos, la nieve ya se había derretido.

Horas mas tarde volvió a nevar. La nieve llegó a cubrir todo el césped, aunque para cuando me vestí y salí a la calle ya se había empezado a deshacer. No debió pasar ni una hora desde que empezó a nevar hasta que la nieve se derritió.



23 Mar - Sin comentarios - chicago, nieve